miércoles, 22 de junio de 2011

Educación, Educación Parvularia

"La Educación es un proceso dinámico, perfectivo, intencionado, dialógico, e históricamente situado  que orienta la personalización y la socialización del sujeto humano”, es también posible concluir que ella representa una alternativa de solución al dilema que enfrenta  el hombre contemporáneo.

La Educación Parvularia como primer nivel educativo, ofrece en forma sistemática, oportuna y pertinente aprendizajes relevantes y significativos para los niños, desde su nacimiento hasta el ingreso a la educación básica, sin constituir obligatoriedad para ésta y apoyando a la familia en su rol insustituible de primeros educadores


lunes, 25 de abril de 2011

"UNA CUNCUNA AMARILLA"

una cuncuna amarilla
debajo de un hongo vivía
ahí en medio de una rama
tenia escondida su cama

comía pedazos de hojas
tomaba el sol en las copas
le gustaba subirse a mirar
a los bichitos que pueden volar

porque no seré como ellos
preguntaba mirando a los cielos
porque me tendré que arrastrar
si yo lo que quiero es volar

un día le paso al raro
sentía su cuerpo inflado
no tuvo ganas de salir
solo quería dormir

se puso camisa de seda
se escondió en una gran higuera
todo el invierno durmió
y con alas se despertó

ahora ya puedo volar
como ese lindo sorzal
mariposa yo soy
con mis alitas yo me voy

miércoles, 20 de abril de 2011

La liebre y la tortuga

Todos los animales estaban reunidos a lo largo del camino que orillaba el bosque. Porque era el día de la gran carrera entre la liebre y la tortuga. La ágil liebre se había burlado de la lenta y pesada tortuga y la había desafiado a una carrera. Nadie tenía dudas acerca de quién iba a ganar, pero todos pensaban que resultaría divertido observar el paso de ambos competidores.
Junto al puente que cruzaba el arroyo, la liebre y la tortuga se dieron la pata y partieron, tan pronto como el negro cuervo, que era el árbitro, lanzó un agudo graznido, como señal. La tortuga avanzó trabajosamente, tambaleándose sobre sus cuatro regordetas patas. La liebre saltaba con excitación a su alrededor, deteniéndose cada pocos metros para husmear y mordisquear los tiernos brotes que crecían junto al camino.
Finalmente, para mostrar su despreocupación y el desprecio que le inspiraba su adversario, la liebre se tendió a descansar sobre un lecho de tréboles. La tortuga, entre tanto, seguía avanzando trabajosamente, centímetro tras centímetro.
-¡La carrera ha empezado! -advirtió la cabra, desde un lado del camino.
Pero la liebre respondió con impaciencia:
-¡Ya lo sé, ya lo sé! Pero la tortuga no podrá llegar antes del mediodía al gran olmo que está en el otro extremo del bosque.
En esta confianza, se instaló a sus anchas y se quedó profundamente dormida.
Mientras la tortuga avanzaba con lentitud, los mirones se sintieron cada vez más excitados, ya que la liebre dormía aún. Cada uno de sus diminutos pasos acercaba más a la tortuga al olmo, que era la meta señalada. Avanzaba lenta y pesadamente, mientras todos los pescuezos se tendían para observar a la liebre ... , que dormía confiadamente su siesta, encogida como una pequeña bola parda.
Después de un lapso que pareció interminable, la tortuga estiró su largo pescuezo y escudriñó el camino que tenía delante. Allí, a pocos pasos de distancia, se veía la imponente mole del gran olmo al que debía llegar. La tortuga estaba exhausta por haber llegado tan lejos a su máxima velocidad, pero cobró fuerzas para una arremetida final.
¡Y en ese preciso instante, la liebre despertó! Al ver que la tortuga estaba casi junto al punto de llegada, se levantó de un salto y echó a correr por el camino, a grandes brincos. Apenas parecía una franja parda.
¡Los pájaros empezaron a chillar! El gran león abrió sus quijadas y bramó. Los demás espectadores gritaban, bailoteaban y saltaban frenéticamente de aquí para allá. Nunca habían imaginado que la carrera pudiera llegar a tal estado. Con sonoro clamoreo, incitaron a la lenta tortuga a avanzar, porque sólo le faltaba medio metro, poco más o menos, y la liebre se acercaba a toda velocidad. ¡Cuando faltaban cinco centímetros, la pobre tortuga tenía a la liebre casi a su lado!
Pero lo mismo hubiera sido si su veloz competidor hubiese estado a un kilómetro de allí. Con una gran embestida, la tortuga estiró el largo pescuezo y tocó la corteza del olmo un momento justo antes de que la liebre, jadeante, la alcanzara.
¡Había ganado la carrera!
Los espectadores aplaudieron con entusiasmo. Y palmearon a la tortuga en su ancha y lisa concha.
-Esa liebre siempre estuvo demasiado segura de sí misma -dijo el búho al águila-. Desde ahora, tendrá que comprender que no siempre es el más veloz quien gana la carrera.

Siempre es necesario saber como reaccionar frente a un terremoto o temblor ya que nuestro país, Chile es un país sísmico y con lo acontecido el pasado 27 de febrero del 2010 es necesario tener conocimiento acerca del tema.

lunes, 11 de abril de 2011

Educación Parvularia

La Educación Parvularia como primer nivel educativo ofrece en forma sistemática, oportuna y pertinente aprendizajes relevantes y significativos para los niños, desde su nacimiento hasta el ingreso a la educación básica sin constituir obligatoriedad para esta y apoyando ala familia en su rol indiscutible de ser los primeros en darle la educación al niño.